Teaser Reino Cardiaco

sábado, 28 de enero de 2012

RC Capitulo I; Nacen los Héroes 2ª Parte

Volví a oír a la voz misteriosa que me dijo lo siguiente:

- Avanza sin miedo por la oscuridad, no te preocupes, tu arma y tu fuerza interior evitaran que pierdas tu luz.- Tras esto, vi que algo sobresalía del suelo, era un pequeño ser negro, similar a un duendecillo, aparentemente hecho de oscuridad, blandí el Sable Aslan y me vi rodeado de una docena de esos seres, era capaz de percibir su maldad y no dude en atacar, pues me sentía muy amenazado. Se abalanzaron sobre mi, ensarte a uno de esos seres y después, continué con mi ofensiva girando 360 grados sobre mi mismo llevándome a todos los seres de un solo golpe. Jadeé durante unos segundos y vi que otra escalera de alabastro se extendía delante de mis ojos, esta parecía ser el doble de larga.

Ascendí por ella corriendo y cuando estaba a punto de llegar al siguiente pedestal me detuve, vi una luz intensa y avance lentamente, el retrato del pedestal que había ahora bajo mis pies no era muy diferente a los anteriores, había una chica ninja muy risueña, acompañada por dos chicos de su edad, uno rubio y otro moreno, que se miraban fijamente con cara de pocos amigos, siendo levemente inmovilizados por otro ninja de pelo blanco que parecía ser su maestro. Volví a mirar a la luz y pensé:

- Quizás esa luz sea la salida de esta abstracta y peculiar dimensión.- Entonces me acerqué lentamente a ella sin dejar de mirarla.

- Ten cuidado, cuanto mas cercana e intensa sea la luz, mas oscura y grande será tu sombra.- Dijo la voz misteriosa, haciendo que me girase para mirar mi sombra que se alargaba por todo el pedestal. Entonces, mi sombra empezó a salirse del suelo, haciendo una copia gigante de mi hecha con oscuridad, en ese momento, me temblaban las piernas, pero recordé este mensaje de la voz misteriosa:

- Avanza sin miedo por la oscuridad, no te preocupes, tu arma y tu fuerza interior evitaran que pierdas tu luz...-

Al final, me arme de valor para acometer a ese monstruo antropomórfico de 10 metros que tenia un agujero en forma de cerradura en el pecho a la altura del corazón y los ojos le brillaban con una luz amarillenta, y debido a que se parecía a mí y había brotado de mi sombra, le di el nombre de “Lado Oscuro”. El monstruo armó su puño y lo golpeó contra el suelo creando un gran charco de oscuridad, del cual iban saliendo más de esos pequeños y siniestros seres.

Les encaré con bastante habilidad y acierto, pero mientras yo acababa con el último de esos pequeños seres, el gigante parecía cargar un rayo de oscuridad en el agujero de su pecho. Me puse delante de él, ya que en la posición que estaba (arrodillado con los brazos abiertos en cruz) no podría maniobrar bien y yo aprovecharía para contraatacar, disparó el rayo y yo lo esquivé, mientras liberaba toda la energía absorbida, aproveche para subir por su cuerpo y atacar su cabeza, pero cuando llegue a su hombro, termino de liberar toda la energía y me desequilibro al incorporarse.

Mientras caía, le clave mi espada en el brazo para frenar la caída. Tras esto, con su otra mano intento agarrarme, pero le frene usando la magia cedida por el bastón “el Gris”, lancé un rayo con el Sable Aslan para herirle el brazo lo máximo posible y así evitar que por el dolor se moviese.

El monstruo se arrodilló victima del dolor, así que desencajé bruscamente el sable de su brazo para dañarle aún mas y caí sobre su antebrazo, apoyado sobre su muslo, salté y baje al suelo para repetir la operación anterior y paralizarle las piernas, pero tras llevar a cabo con éxito mi ataque, inexplicablemente, la espada desapareció.

Intento aplastarme con su mano sana y lo esquive, pero inundo todo el pedestal con un charco de oscuridad que me atrapó y me arrastraba hacia el fondo.

- Estoy... perdido.- Pensaba debido a la impotencia y el cansancio que se apodero de mi cuerpo.

- Tranquilo, no tengas miedo, si mantienes tu luz, la oscuridad no te dañara, porque tu eres el que lo conecta todo.- Dijo la voz misteriosa de manera tranquila y relajada.

- ¿Eso era un sueño o era real?- Me pregunté a mi mismo tras incorporarme, mientras el sudor inundaba mi almohada y recorría mi cabeza tras vivir esa extraña aventura.


- ¿Qué hora es?- Me cuestioné mientras me giraba a mirar mi despertador del Futbol Club Barçalona, otro de los equipos de fútbol que me emocionaba seguir.

- ¡Ahí va, si son las 9:47!- grite de asombro, mientras el sol mañanero me deslumbraba por la enorme ventana de mi habitación.

- ¡Joder, voy a llevar tarde!- grité mientras el desayuno se calentaba durante un minuto en el microondas y me ponía mi mejor ropa para hacer deporte. Tras oír el ¡Ding! del microondas y ponerme mi camiseta de la Sociedad Deportiva Osca, me dispuse a comer raudo y veloz mi tazón de leche con galletas y abastecer mi mochila de Fernando Alonso con los guantes y la botella de agua, típicos de los partidos de entrenamiento que jugamos entre amigos.

Una vez listo, volví a mirar el reloj que marcaba las 10:01 y tras ver que seguía yendo muy justo de tiempo, me armé de las llaves y cerré la puerta de casa, cogí el ascensor, el cual estaba parado en mi piso y llegué lo mas rápido que pude a casa de Ignacio. Para mi sorpresa, estaba casi listo y salimos enseguida. Mientras íbamos al campo de fútbol donde jugamos, le conté a Ignacio el extraño sueño que tuve.

- Macho, ¿tú que te fumaste ayer por la noche para tener esos sueños?- Preguntó Ignacio en plan coña.

- Fumarme nada, pero comer...- Comenté yo, siguiéndole el rollo.

- Pero, era un sueño que parecía muy real.- Insistí yo, pensativo, mientras llegábamos al campo de juego.

- Bah, deja de darle tantas vueltas y vamos a tirar unos tiros hasta que lleguen los demás.- Dijo Ignacio quitándole importancia.

- ¡Vale!- Pronuncié yo, haciendo caso a lo que me acababa de aconsejar mi singular amigo.

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