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domingo, 1 de julio de 2012

RC Capitulo III; ¡Pikachu, te elijo a ti! 3ª Parte

Tras un día de intenso entrenamiento, volvimos a hospedarnos en el centro pokémon y reemprendimos nuestro viaje a la mañana siguiente, llegando a un bosque en el cual todos menos Misty capturamos algún pokémon, Ash capturó un Heracross (pokémon bicho similar a un escarabajo kabutomushi) y un Taillow (pokémon volador muy parecido a una golondrina), Josan a un Starly (pokémon volador con aspecto de estornino), Ignacio se hizo con un Treecko (pokémon planta que parecía un lagarto gecko), y yo capturé a un Pidgey (pokémon volador similar a un gorrión). Durante ese periodo, decidí que Riolu también viajaría conmigo fuera de su pokeball, como ya había hecho con Pichu.
- Misty, ¿a que metas tenemos que aspirar los entrenadores pokémon?- pregunté al único miembro femenino de nuestro pintoresco grupo tras salir de aquel bosque en el que estuvimos 1 semana entrenando.
- Bueno, todos los entrenadores intentan llegar a la liga pokémon que se celebra en el Monte Victoria cada año, para ello deben derrotar a 8 lideres de gimnasio y conseguir las medallas de los respectivos gimnasios, hay uno en la próxima ciudad, y mis hermanas y yo tenemos uno a nuestro cargo pero ese aún esta muy lejos de aquí.- dijo Misty, respondiendo a mi pregunta.
- Entonces ya sabemos a donde hay que ir, ¡al gimnasio de ciudad Pétrea!- grito Ash enérgicamente y levanto el brazo con su puño cerrado como gesto de ánimo y motivación, yo y Josan le acompañamos en el gesto, pero los demás parecían reacios a acompañarnos en la celebración, en especial Misty, que siguió avanzando con gesto enfadado y sonrojada de vergüenza, e Ignacio, que me miro como si se me hubiese ido la pinza mientras se le escapaba una risilla nerviosa, se hizo un silencio incomodo mientras los demás seguían andando y tanto Josan, como Ash, como yo pasamos de encabezar el grupo a ir a la cola, algo avergonzados por nuestra ida de olla.

Llegamos a ciudad Pétrea, y fuimos directamente al gimnasio, cuyo líder, muy moreno de piel y pelo, de ojos achinados y un año menor que Ignacio y yo, se llamaba Brock, vestía unos pantalones marrones de pana, una camiseta naranja, un chaleco verde y unas zapatillas blancas y azules y se especializaba en pokémon de tipo roca. Lo echamos a suertes y Ash sería el primero en enfrentarse a él, el primer asalto enfrento al Pikachu de Ash con el Cranidos de Brock (pokémon roca similar a un dinosaurio pachycephalosaurio). El combate estuvo muy igualado con un gran despliegue de movimientos por parte de ambos pokémon y aunque recibió de lleno un par de “Cabezazos Zen”, Pikachu logro ganar con un potente “Cola Férrea” que le enseño Ash durante el entrenamiento, el segundo asalto apenas duro, debido al cansancio de la anterior ronda, Pikachu fue derrotado enseguida por el Onix de Brock (un pokémon rocoso gigantesco parecido a una serpiente con un cuerno en la cabeza), solo pudo asestarle un Impactrueno que el pétreo pokémon apenas noto. Tercer asalto, Ash saca a Heracross y el combate continúa. Onix parecía estar imponiéndose, pero en cuanto Heracross se concentró, el combate no tuvo color, Heracross gano por los pelos con una tanda de “Mega Puños” y un “Mega Cuerno” que tumbo al gigantesco pokémon. Al igual que Ash, nosotros también luchamos contra Brock, aunque muy reñidos, los tres ganamos nuestros combates, yo eché mano de Pichu, que evoluciono a Pikachu mientras luchaba, y de Riolu para doblegar a su Geodude y a su Nosepass. Ignacio fue el que mas fácil lo tuvo ya que uso a Totodile y Treecko que tienen ventaja contra los pokémon de Brock, y Josan uso a Bulbasaur y Starly, aunque este ultimo apenas pudo oponer resistencia a pesar de que Josan le enseño “Ala de Acero” cuya naturaleza del movimiento es muy efectiva contra pokémon de tipo Roca como los de Brock. En todos los combates sentimos de cerca el apoyo del resto de miembros del grupo, en especial de Jaimito y Max, que no paraban de gritar y de animar.

Tras recibir nuestras medallas, Brock se unió a nosotros, dejando el gimnasio, algunos de sus pokémon y a todos sus hermanos pequeños a cargo de su padre Flint, que volvía tras un largo viaje de peregrinación. Continuamos nuestro viaje con su incorporación. Estuvimos entrenando un par de semanas en el Monte Lunar y antes de llegar a la siguiente ciudad, conocimos a unos cuatrillizos muy repelentes que no respetaban e incluso abandonaron cada uno a uno de sus pokémon, todos ellos de tipo fuego. Tanto Ash como nosotros tres, adoptamos a los exiliados pokémon, Ash se quedo con Charmander (parecido a una lagartija), Ignacio se quedo con Growlithe (con la apariencia de un cachorro de perro), Josan con Cyndaquil (similar a un ratón o un topo) y yo con Chimchar (idéntico a una cría de chimpancé), que al igual que Riolu (que caminaba a mi derecha) y Pikachu (que viajaba sobre mi hombro derecho) viajaría fuera de la pokeball con la que le capturé, ubicándose sobre mi hombro izquierdo. Entrenamos con nuestros nuevos pokémon y cuando se adaptaron a nuestro estilo de combate, buscamos a sus ex entrenadores para retarles a un combate. Cuando encontramos a esos malditos cuatrillizos, les retamos tal y como teníamos previsto. Cada uno se enfrento al antiguo propietario del pokémon que habíamos apadrinado y cuando vieron que usábamos a sus antiguos pokémon en los combates uno contra uno, se echaron a reír descaradamente. Nuestros pokémon de tipo fuego nos miraron tristes y desmotivados.
-¡Chimchar, demuéstrale que no te debió abandonar!- Grité yo.
-¡No le hagas caso Charmander, yo confió en ti!- Exclamó Ash.
-¡Cyndaquil, enséñale lo que realmente vales!- Pronunció Josan.
-¡Se que eres el único capaz de lógralo Growlithe!- Dijo Ignacio.
Esas palabras motivaron mucho a nuestros pokémon, que a pesar de enfrentarse a pokémon que tenían mucha ventaja sobre ellos, ganaron con bastante autoridad. Al final los cuatrillizos se fueron cabizbajos y muy enfadados, mientras nosotros felicitábamos a nuestros ígneos compañeros.

A las afueras de la siguiente localidad, llamada Pueblo Colmena, nos encontramos con una organización que usaba a los sincorazón para explotar una gruta donde vivían pokémon muy raros, donde buscaban con ahínco a un legendario pokémon llamado Mew (pokémon psíquico parecido a un gato de raza asiática), esa organización se llamaba Team Darkness y decían actuar en nombre de un tal señor Giovanni. Las especies de sincorazón que les acompañaban eran las ya conocidas “Sombras” y unos pequeños murciélagos con un garfio en sus pies, llamados “Gancho Vampiro”.

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