- Ash, como ya sabrás, Pikachu estaba entre los 24 pokémon con los que iniciar tu viaje pokémon, al igual que su pre-evolución, Pichu, así que he reservado sus pokeball por que sabía que Pikachu era tu favorito, y tenía la duda de si querías empezar con Pikachu directamente, o preferirías tener a Pichu y evolucionarlo por tu cuenta, ahora que ya estás aquí te dejo elegir a ti.- Dijo el Prof. Oak mientras le escuchábamos atentamente. En ese momento se abrieron ambas pokeball y salieron de su interior tras un cegador brillo los dos pokémon que menciono el anciano investigador. Josan, Ignacio y yo nos caímos de culos sorprendidos, mientras que Ash se acerco a ambos, les miro fija y pensativamente, tomó a Pikachu entre sus brazos, inmediatamente después este le lanzo un ataque eléctrico que lo dejo tieso en el suelo.
-Tranquilos... estoy bien, no hay de qué preocuparse.- Dijo Ash después de recibir semejante calambrazo.
-Vosotros también podéis elegir un pokémon, si queréis.- dijo el Prof. Oak una vez nos pusimos en pie y desentendiéndose del problema de Ash. Aceptamos la oferta del Profesor Oak, así que Josan eligió a un pokémon verdoso llamado Bulbasaur que tenía un gran capullo de flor adherido a la espalda y se movía a 4 patas, Ignacio se quedo con un pequeño cocodrilo azul llamado Totodile, y yo me quede con Pichu, tanto él como Pikachu parecían ratones amarillos con las mejillas sonrosadas, lo único que les diferenciaba era la forma de sus orejas y cola, las cuales eran más alargadas en Pikachu, así como la estatura, también mayor en el pokémon de Ash. Jaimito y Max no quisieron ningún pokémon, entre otras cosas, porque solo quedaba un pokémon más y porque no se querían involucrar mucho en la dinámica del mundo en el que nos encontrábamos.
Todos los que poseíamos un pokémon, salimos del laboratorio con una pokédex y 5 pokeball cada uno. Acompañamos a Ash hasta su casa para que se cambiase de ropa, allí conocimos a su madre, una joven y simpática ama de casa llamada Delia Ketchum. Ash bajo de su habitación ya cambiado, dejo su pijama verde para ponerse unos pantalones vaqueros celestes, una camiseta de manga corta negra, una chaquetilla azul con las mangas y el cuello de color blanco, unas deportivas blancas y negras, unos guantes verdes sin dedos y una gorra blanca y roja con un símbolo angular verde. Cogió su mochila, que también era de color verde y salimos con paso tranquilo del pueblo natal de nuestro nuevo amigo. -Ash, ¿ahora que somos entrenadores pokémon, que tenemos que hacer?- pregunte curiosamente a Ash mientras acariciaba el mentón de Pichu, el cual viajaría sobre mi hombro durante todo el viaje, al igual que el Pikachu de Ash.
- Lo principal es entrenar a los pokémon que captures, para que evolucionen y se hagan más fuertes, siempre desde el punto de vista estratégico.- dijo Ash dándonos una ligera idea de cómo adiestrar a nuestros pokémon. - Mirad, hay casi 650 especies de pokémon, que se dividen en 17 tipos, los cuales tienen sus ventajas o debilidades entre ellos, por ejemplo, Pikachu y Pichu son pokémon eléctricos sus ataques son muy efectivos contra los pokémon de agua, voladores y acero pero inútiles contra los pokémon de roca y tierra.- Explicó Ash mientras todos escuchábamos atentamente sus indicaciones. Siguió contándonos más cosas sobre el entrenamiento pokémon, cuando se paro y diviso un pequeño pokémon volador:
- ¡Adelante Pikachu, ve a por él!- pidió Ash eufóricamente al pequeño pokémon amarillo que no le hizo ni caso. Le rogó y suplicó al eléctrico pokémon que le ayudase, pero este le ignoró por completo y se subió a un árbol donde se dispuso a echarse una siesta. Al final, se desentendió de Pikachu, que seguía en lo alto del árbol, a pesar de que Pichu intento convencerle a que bajase y luchase.
Ash la lió, se le cayó una pokeball vacía al suelo, y estando más pendiente de no perder de vista al pokémon que de la pokeball que se le escapo de las manos, se armo de una piedra y le dio en toda la cabeza al emplumado pokémon, que vino a por nosotros inmediatamente:
- ¡Vaya pensaba que era un Pidgey, pero ha resultado ser un Spearow!- dijo Ash intentando enmendar su error, pero todo se complico, el pokémon volador empezó a atacar a Pikachu y Pichu, que ante tal situación de peligro se defendieron con sus ataques eléctricos. El Spearow recibió uno de lleno, pero pronto se recuperó y llamó a sus compañeros que también nos empezaron a atacar. En aquel revuelo, salió herido un pokémon de aspecto canido que pasaba por ahí, lo cogí en brazos y todos echamos a correr mientras los emplumados pokémon nos perseguían incesantemente.
El cielo de llenaba de nubes negras, llegamos a un rio en el que había una chica pelirroja de ojos verdes, con el pelo corto, llevaba una coleta a la izquierda de su cabeza, iba vestida con una camiseta ombliguera de color amarillo, unos pantalones cortos vaqueros con tirantes rojos y unas zapatillas rojas y blancas, aparentaba tener unos 12 años. Estaba pescando, y cuando llegamos donde estaba ella, nos giramos y los Spearow estaban siendo aniquilados y sus corazones fueron poseídos. Pasamos de enfrentarnos a una bandada de Spearow a hacerlo contra “Boxeadores Aéreos” (unos sincorazón alados cuyas patas traseras eran como guantes de boxeo), se activaron nuestras espadas, y entre nosotros cinco y nuestros pokémon derrotamos a la mayoría, uno nos esquivó y se dirigió velozmente hacia Ash, que cubría a la chica pelirroja, y Pikachu, impresionado por el valor de su entrenador, fue a protegerlo. Un rayo cayó sobre Pikachu y este ejecuto un ataque eléctrico de gran potencia que derrotó a los sincorazón restantes y nos dejo a todos algo tocados.
Todos menos la chica, recuperamos la consciencia y vimos a un pokémon volador enorme, que tras de si dejaba un arco iris resplandeciente. Nuestros pokémon estaban exhaustos, así que los llevamos a un centro pokémon a gran velocidad. El mas cercano estaba en Pueblo Terranova. Los mas debilitados con diferencia eran el pokémon canido de nombre Riolu y el Pikachu de Ash, aún así, la enfermera del centro pudo intervenirlos a todos. Tras esto llegó la chica del río:
- ¡Eh, vosotros me vais a pagar una bici nueva!- dijo la joven cargando con una bicicleta completamente carbonizada y destrozada, seguramente por aquel rayo de Pikachu. Haciendo memoria recordé que si que había una bici roja con una cesta en el manillar, donde tuvimos el combate contra los sincorazón alados.
- Tranquilízate, en cuanto nuestros pokémon se recuperen de aquel combate te lo compensaremos, te damos nuestra palabra.- Dijo Josan mientras los demás mirábamos disimuladamente hacia otro lado, Ash y yo concretamente nos pusimos mirando hacia la sala de urgencias del centro.
- ¿Están muy graves?- pregunto la chica, tras ver que tanto Ash como yo mirábamos tristemente hacia la UCI.
-Todos están algo tocados, pero Pikachu y Riolu son los más damnificados- le dijo Josan seriamente.
- Vaya, lo siento mucho. Ahora que lo pienso, aún no me he presentado, soy Misty y si hay algo que pueda hacer para ayudaros, solo decídmelo.- dijo Misty, cambiando sus gestos faciales de tristeza por una amplia sonrisa, ofreciéndonos su ayuda y atándose (en sentido figurado) a nosotros para asegurarse de que no nos escapábamos de ella y de la deuda pendiente con su bici. Pasamos la noche en el centro pokémon de esa ciudad y a la mañana siguiente, nos pusimos a entrenar, con la incorporación de Riolu a mi equipo y el cambio de comportamiento de Pikachu, que hacia todo lo que Ash le pedía.
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